Bárbara Rey ha roto su silencio tras la impactante entrevista de su hijo Ángel Cristo en el programa en el que colabora su hija Sofía. La vedette participó por teléfono en ‘Espejo Público’ este lunes, revelando emociones profundas y destacando lo más doloroso de la traición sufrida por uno de los pilares fundamentales de su vida.
Fue después de que Sofía defendiera una vez más a su madre, desacreditando las afirmaciones de su hermano en ‘¡De viernes!’ como mentiras, cuando Bárbara expresó su agradecimiento por el apoyo incondicional de su hija en estos momentos difíciles. De manera conmovedora, compartió: «Mi hija es una belleza, una preciosidad y es mi vida. Sin ella, mi vida no existiría. Es un ser maravilloso lleno de luz, con un corazón que no le cabe en el cuerpo».
Las lágrimas afloraron al recordar una tierna anécdota de cuando Sofía tenía solo 5 años, evocando momentos especiales compartidos en el cine. La emotiva conexión madre-hija se evidenció cuando Bárbara relató cómo respondió a una madre desconocida sobre el afectuoso comportamiento de Sofía: «Darle mucho amor. Aunque su hijo no la bese, quiérale mucho y seguro que reaccionará y le querrá como mi hija a mí».
Gema López aprovechó la oportunidad para preguntar a Bárbara si lo que más le duele de las fuertes declaraciones de su hijo es la exposición pública que podría revelar aspectos controvertidos de su pasado ahora que ha entrado en el juego de las exclusivas.
La vedette admitió con dolor: «Estoy peor por ese motivo que por lo que él dice de mí. Lo que más me está afectando en este momento es ver sufrir a mi hija y lo que puedan decir de mi hijo. Estoy acostumbrada a que me critiquen, pero cuando lo hace un hijo, es lo peor que le puede pasar a una madre».
Bárbara expresó su angustia y temor por el sufrimiento futuro de Ángel, reconociendo que, aunque es una persona que ha cometido errores, es frágil y carece de la fortaleza de Sofía y ella misma. Además, reveló las palabras que le dirigió a su hijo cuando se enteró de su entrevista en Telecinco, instándolo a que Dios lo protegiera y admitiendo su impotencia para controlar ciertos aspectos de la situación. En medio del llanto, concluyó pidiendo ayuda divina para Ángel, consciente de las dificultades que le esperan.