El pasado sábado 9 de junio, la cantante Amaia Montero actuó en las fiestas de San Antonio de Renedo (Cantabria) con motivo de su gira promocional de su cuarto disco en solitario ‘Nacidos para creer’. Pero los asistentes del concierto no dieron crédito con lo que se encontraron.
La mayoría del público coincidían en que la cantante guipuzcoana actuaba en un estado de embriaguez. Ante estas duras acusaciones alegando a un «problema técnico»
«En un primer concierto hay muchas cosas que hay que ajustar. Yo tenía problemas de sonido. No me escuchaba. Esto me hizo, evidentemente, desafinar. Pero de ahí a escuchar las cosas que he escuchado, tanto de mí como de mi persona estos días, duele mucho», reconoce la interprete en unas declaraciones a La Vanguardia.
La exvocalista de La Oreja de Van Gogh expone haber sido víctima de multitud de críticas en las redes sociales, que dañaban tanto su imagen profesional como personal: «Desde luego, el que me ha querido hacer daño, lo ha conseguido. Simplemente, darles la enhorabuena». Tampoco ha tenido reparo en pedir disculpas a aquellos que se hayan podido sentir decepcionados.
A todo esto habría que sumarle una posible reclamación por parte del mismo Ayuntamiento de Piélagos, debido a que la calidad del concierto «no estuvo a la altura de lo que se esperaba». Según palabras de Verónica Samperio, alcaldesa de Piélagos.