Joana Sanz ha tomado una determinación radical tras la detención de Dani Alves por su presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona, por la que se encuentra en prisión provisional sin fianza desde el pasado viernes 20 de diciembre.
Si en un primer momento la modelo dio la cara por su marido asegurando que numerosas chicas habían intentado ligar con el futbolista en su presencia, tras su detención y la aparición de pruebas que confirmarían la versión de la víctima, decidía borrar todas las imágenes de Dani de sus redes sociales, marcando así distancias con el brasileño.
Y ahora, como ha revelado en exclusiva ‘El programa de Ana Rosa’, Joana ha pedido el divorcio a Alves. Al parecer, quería decírselo en persona y pidió un vis a vis la semana pasada, pero él lo rechazó, sin fuerzas para ver a su todavía mujer tras lo sucedido (o quizás porque se imaginaba lo que la canaria iba a decirle.
Joana se ponía entonces en contacto con los abogados de Dani para que le comunicasen que quiere el divorcio. Una decisión muy meditada que la canaria, que no piensa dar un paso atrás en su ruptura ni siquiera si se demostrase la inocencia del futbolista, a quien se arrepiente de haber apoyado públicamente cuando saltó a la luz su presunta agresión sexual a una joven.