La emotiva carta de la nieta de Mario Vargas Llosa: “Ya puedes descansar junto a la abuela Patricia”

Josefina Vargas Llosa, nieta del Premio Nobel de Literatura, ha sido la primera integrante de la familia en pronunciarse de forma personal tras la muerte de Mario Vargas Llosa. Mientras los hijos del escritor optaban por un comunicado sobrio anunciando el fallecimiento, Josefina ha querido ir más allá: compartir una carta desgarradora, cargada de recuerdos, amor y gratitud.

“Con el corazón roto y la tristeza más profunda que he sentido en mi vida, te escribo estas palabras”, comienza el mensaje que ha emocionado a miles de personas. Josefina no solo rinde homenaje al escritor, sino también al abuelo, al confidente y al segundo padre que fue para ella.

En la carta, recuerda con cariño los momentos compartidos: sus risas, las largas conversaciones, y las comidas juntos en Casa Lucio, su lugar favorito. Aunque siente dolor por no poder crear más recuerdos con él, promete que sus futuros hijos crecerán sabiendo que su bisabuelo fue un genio y un hombre excepcional.

Josefina también dedica un espacio especial a su abuela, Patricia Llosa, “tu compañera durante más de 60 años y el amor de tu vida”. Reconoce la influencia fundamental que Patricia tuvo en la vida del escritor y en toda la familia. Con ternura y firmeza, le asegura: “Ya puedes descansar en paz. No tienes que preocuparte por la abuela ni por tus hijos, porque tus nietos nos quedamos para cuidar de ellos. Te lo prometo.”

Además, rinde tributo a la obra literaria de Vargas Llosa, recordando que su pluma no solo fue sinónimo de talento, sino también de lucha por la libertad, la democracia y los derechos humanos. “Tus palabras cambiaron el mundo y lo seguirán haciendo por generaciones”, escribe con orgullo.

La carta termina con un mensaje esperanzador, que ha tocado el corazón de muchos: “Me consuela saber que las leyendas nunca mueren. Ha sido, es y será el privilegio de mi vida ser tu nieta. Hasta que nos volvamos a encontrar, Josefinita.”

Una despedida íntima, sincera y poderosa, que humaniza aún más al gran escritor que fue Mario Vargas Llosa.