La famosa influencer Dulceida fue una de las primeras en pisar la alfombra roja de los Premios Goya 2018, la gran fiesta del cine español. Domenech se decantó por un vestido diseñado por su amigo Ze García. Un vestido que gustó y horrorizó a partes iguales.
Tras su paso por la alfombra roja, las redes sociales empezaron a arder analizando el vestido de la influencer. Muchos usuarios comenzaron a hacer memes del vestido, que les recordaba a unas cortinas de abuela. Muchos también se preguntaban que hacía ella en la gran noche del cine español.
Después de multitud de criticas, la influencer ha decidido hablar a través de su cuenta de Instagram con un extenso mensaje. Una respuesta muy sincera y que muchos han aplaudido.
«Tenía miedo a las críticas que podría recibir con él»
La influencer comenzaba su texto así: «Ayer me sentí feliz en la gala de los Goya, cumpliendo un sueño, apoyando y dando visibilidad a algo tan mágico, bonito y creativo como es el cine español. Lleno de mujeres luchadoras y emprendedoras. Compartí la noche con amigos y amigas y conocí a bellas mujeres a las que admiro. Luego resulta, que son las propias mujeres (en mayoría), que sin ser seguidoras mías, escriben cientos de comentarios irrespetuosos sobre mí, tanto por dar visibilidad al cine y a la gala de los Goya, como por mi vestido y cuerpo».
«Y yo desde aquí digo: ¿Cómo pretendemos cambiar las cosas actuando así, fomentando el odio? ¿Cómo pretendemos que amemos nuestros complejos? No tenemos que ser lo que la mayoría quiere que seamos, tenemos que ser como nosotras queramos ser. Tenemos que ser respetuosas entre nosotras y así enseñar al resto».
«El vestido (para mí, vestidazo): Tenía dos opciones; 1. Negro, sencillo, bonito y elegante. Acierto seguro. ¿Pero sabéis? No me sentía cómoda, no me sentía yo, no me sentía brillante. En cuanto me probé la segunda opción, por la que finalmente me decidí, me sentí bella, cómoda, feliz, divertida y alegre. Y aunque quería ponérmelo sin pensar en la otra opción, tenía miedo a las críticas que podría recibir con él, era consciente. Y después de hablar con directoras de revistas, estilistas y gente a la que admiro en el mundo de la moda, todas sus respuestas fueron la misma. Sin duda, el asimétrico. Las reglas están para saltárselas y la moda para jugar»
«Y al final, con miedo al que dirán, esas palabras y sobre todo como me hacía sentir ese vestido, me hicieron escoger la mejor opción, arriesgué y gané. Y sí, aunque a mucha gente no le haya gustado (era consciente porque siempre sucede con las cosas que se salen de lo común y para gustos colores), yo gané. Porque me sentí bien, feliz y sexy. Y NO HAY NADA MÁS BONITO EN EL MUNDO QUE UNA MUJER SE SIENTA ASÍ, TODAS DEBERÍAMOS SENTIRNOS ASÍ SIEMPRE.»
La influencer termina su texto con una petición: «Así que por favor, no insultéis a otras mujeres (ni a nadie), no os metáis con su físico, no fomentéis la crítica fácil a través de las redes sociales. No debe hacerlo nadie, y mucho menos si eres un personaje público. Siempre voy a estar aquí, mostrando mi trabajo, partes de mi, luchando por la igualdad en todos los sentidos, por el respeto y por el amor. OS QUIERO», escribía Dulceida.