ras una noche terrible, amanece en Çukurova y Yilmaz prepara concienzudamente su huida con Züleyha mientras ella hace las maletas. Viajarán a Alemania con sus tres hijos. El momento se acerca…
Entretanto, en el rancho, Müjgan está decidida a pedir el divorcio a Yilmaz, ya no está enamorada de él y se niega a bajar a desayunar. Behice convence a su sobrina de que lo mejor es que siga adelante con su vida, debe permanecer con Yilmaz y dejar atrás el error que cometió, él logró que no fuera a la cárcel.
Behice y Müjgan se sientan a la mesa. “Tuve una crisis padrino, no soy una persona capaz de matar a alguien, el arma se disparó por accidente”, dice Müjgan a Fekeli. La doctora pide perdón. Behice agradece el gesto de Yilmaz al impedir que Demir acusara a Müjgan, y Yilmaz asegura que lo hizo por su hijo Kerem Ali. Fekeli hará lo imposible por mantener unida a la familia tras lo sucedido, ¿lo logrará?
En la mansión también están desayunando cuando suena el teléfono, se trata de Yilmaz, quien se reúne con Hünkar poco después. Yilmaz cuenta a la señora Yaman lo sucedido la noche anterior, Demir amenazó a Yilmaz con entregar a Müjgan a las autoridades, ahora está en deuda con él y ya no podrán cerrar su acuerdo de compra de las acciones. Hünkar comprende la situación, encontrará otra manera de culminar su venganza…
Mientras, en el hospital, Müjgan es nombrada nueva directora de forma provisional, aunque es muy probable que, gracias a sus méritos, consiga el puesto de directora de forma permanente en unos meses. Todos sus compañeros se alegran del nombramiento y felicitan a la doctora. Cuando Müjgan está dedicando unas palabras al personal, la policía llega al hospital para llevarse a Müjgan, tendrá que declarar por el intento de asesinato de Züleyha.
En paralelo, la policía también llega hasta la fábrica de Yilmaz. Sobre Müjgan pesa la acusación de intento de asesinato con un arma de su propiedad y debe acudir a la oficina del fiscal. Yilmaz lamenta haber confiado en Demir, debía haber sabido que no cumpliría su palabra.
De regreso a la mansión, Hünkar pregunta a Züleyha si fue Müjgan quien disparó contra ella. Züleyha no puede negarlo y asegura que no se lo contó porque nadie creería en su palabra. En ese momento, la policía llega a la mansión. Züleyha debe ir a declarar, Müjgan ha sido acusada de haber disparado contra ella.
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