El verano de este año será inolvidable para la familia Goyanes Lapique, aunque no por razones felices. La familia, que solía disfrutar de la temporada estival en su residencia dentro de la urbanización Guadalmina en Marbella, ha vivido una de las etapas más difíciles de su historia. Esta casa, un lugar lleno de recuerdos especiales, fue su refugio durante el confinamiento de 2020, pero recientemente se ha convertido en escenario de un dolor profundo.
El 7 de agosto, la familia sufrió un primer golpe con el fallecimiento de Carlos Goyanes a los 79 años, víctima de un infarto. Este hecho dejó devastadas a sus hijas y a su esposa, quienes se mostraron profundamente afectadas en el tanatorio. Sin embargo, el destino les tenía reservada otra tragedia: solo dos semanas después, Caritina Goyanes, la hija mayor, falleció a los 46 años debido a otro infarto. Esta doble pérdida ha sumido a la familia en un duelo del que intentan recuperarse, aunque la tristeza es palpable en cada uno de ellos.
Tras estas trágicas pérdidas, parte de la familia ha decidido alejarse temporalmente de Marbella, buscando consuelo en Mallorca. Allí, en el chalet de Miriam Lapique en Formentor, construido por Alfonso Cortina en 2007, han encontrado un lugar donde intentar sobrellevar su dolor. Este sitio, que ha sido su refugio en veranos anteriores, ahora ofrece un respiro necesario, aunque está marcado por la tristeza, especialmente para Cari Lapique, quien perdió a su hija poco después de haber enterrado a su esposo.
El futuro de la empresa de Caritina, Six Sens, es incierto, aunque se especula que su esposo, Antonio Matos, podría tomar las riendas con el apoyo de colaboradores cercanos.
El apoyo entre los miembros de la familia
En medio de esta crisis, Miriam Goyanes se ha convertido en un pilar fundamental para su madre, Cari Lapique, quien enfrenta uno de los momentos más difíciles de su vida. Cari, quien planeaba celebrar sus bodas de oro con Carlos Goyanes el próximo año, ha encontrado en su hermana y otros familiares un apoyo incondicional. Actualmente, se han trasladado a la finca de Retuerta del Bullaque en Ciudad Real, buscando un cambio de entorno que les permita sanar.
Los hijos de Caritina, de 13 y 10 años, están a punto de comenzar el nuevo curso escolar, lo que podría ayudarles a recuperar cierta normalidad tras un verano marcado por la tragedia. La cercanía entre los miembros de la familia, que viven en el mismo edificio o muy cerca, ha sido crucial para sobrellevar este duro golpe.
El emotivo mensaje de Carla Goyanes
Tras la pérdida de su hermana, Carla Goyanes compartió un conmovedor mensaje en Instagram, acompañado de un vídeo en homenaje a Caritina. En sus palabras, expresa el inmenso vacío que ha dejado su hermana, pero también su determinación para cuidar de sus hijos y de su madre, así como de Antonio Matos. “Voy a ser muy fuerte y voy a cuidar a tus hijos todo lo que me dejen, como si fueran míos”, prometió, destacando la conexión profunda que las unía.
Este verano ha dejado una huella imborrable en la familia Goyanes Lapique, marcada por un dolor que, aunque difícil de superar, enfrenta con la fuerza del amor y el apoyo mutuo.