Capítulo Miércoles 9 de febrero: Züleyha, incapaz de seguir viviendo sin sus hijos, al borde del suicidio
Fekeli descubre que los niños han aparecido, Züleyha también, pero las palabras de Demir hacen presagiar lo peor… La tregua entre Demir y Yilmaz ha acabado. Mientras Yilmaz busca a Müjgan, que se está alojando con su hijo en casa de una amiga en Estambul, Sermin no puede creer quién llama a su puerta, es Züleyha, a quien acoge en su casa hasta que Demir llama por teléfono para advertir a su prima que acabará con ella si ayuda a su esposa. “Eres un desgraciado Demir, solo espero que recibas lo que mereces”, dice Sermin mientras ve alejarse a Züleyha.
Por su parte, Yilmaz consigue encontrar a Müjgan, pero ella ha llamado a un taxi y se ha ido llevándose a su hijo, si Yilmaz no logra interceptarla, perderá a Kerem Ali, y ahora es lo único que importa para él.
Más tarde, Züleyha, al límite de sus fuerzas, llega hasta los lodazales buscando ayuda, pero pronto llegará a oídos de Demir que Züleyha está allí y que se encuentra muy enferma, ardiendo en fiebre. En paralelo, las autoridades llegan hasta la casa de Hatip, requieren que Rasid acuda a declarar por el asesinato de Çengaver, la fiscal ha reabierto el caso y no parará hasta que lo resuelva. Hatip vuelve a verse en la cuerda floja.
La furia de Demir llega a los lodazales, allí se encuentra de nuevo cara a cara con Züleyha. “No puedes vivir en Çukurova, largo de aquí”, ordena Demir a su esposa. “Dame a mis hijos y lo haré”, contesta Züleyha. “Tú ya no tienes hijos, nunca volverás a verlos”, asegura Demir. Züleyha insiste en que nunca se irá sin sus hijos y todos los trabajadores son testigos de cómo Demir maltrata a Züleyha y la tira al suelo, advirtiéndoles que no podrán darle a su esposa ni una gota de agua o los arruinará. Hünkar, testigo de la crueldad de su hijo, consigue ayudar a Züleyha justo antes de que acabe con su vida.
La señora Yaman promete a Züleyha que volverá a ver a sus hijos. Por el momento, vivirá en casa de Saniye, por supuesto, sin que Demir lo sepa. Züleyha confiesa a Hünkar, en presencia de Saniye y Gülten, que jamás engañó a Demir, y que su abrazo con Yilmaz fue amistoso. Instantes después, Hünkar trae a Leyla entre sus brazos y al pequeño Adnan. Züleyha abraza a sus hijos con fuerza y agradece el gesto a la señora, pero en ese momento Demir regresa a la mansión, ha olvidado algo…