El pasado martes Lydia Lozano era operada de urgencia en un conocido hospital de la capital madrileña de las cervicales. Una intervención delicada porque afectaba a la médula que la periodista afrontó con optimismo pero visiblemente nerviosa y con el apoyo incondicional de su marido, Charly.
Un día después de la operación Lydia entraba telefónicamente en directo en ‘Sálvame’ para contar cómo se encontraba. La periodista revelaba que «mis cervicales estaban todas pegadas. El médico no entendía cómo aguantaba los dolores. Me han metido cosas, centímetro y medio, para separarlas una a una».
Acerca de su recuperación, la periodista confesaba que «no va a ser fácil y voy a tener dolores, pero puedo hacer vida normal», señalando que pronto le darían el alta. Minutos antes de las 10 de la mañana Lydia ha abandonado la clínica acompañada por su marido Charly y una sonrisa radiante que demuestra lo contenta que está por haber dado el paso de operarse.
Por su propio pie, y caminando con dificultad, la colaboradora de «Sálvame» ha puesto rumbo a su domicilio para proseguir con su recuperación. Animada y tan amable como siempre, Lydia nos ha contado que, aunque «con mucho dolor de espalda porque la operación te la hacen boca abajo con pesas, estoy muy contenta». «¿No me véis más alta?», ha preguntado encantada por haber crecido en el quirófano 1,5 cm.